Criatura también de alegría quisiera que fueras,
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte...
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte...
(José Hierro)
"Y cuando ese gran anhelo se cumple y no cabemos en nosotros mismos, salimos a la calle y comprobamos para nuestro asombro que el mundo sigue girando a idéntica velocidad, que la luz del sol no se ha vuelto más viva, que, como siempre, los corazones asoman sombríos a los ojos, que nada importa. Y nos encontramos desubicados, preguntándonos si habrá algo en esta vida que realmente merezca la pena, si no estaremos sobrevalorando esos conceptos tan engañosos y frívolos que llamamos ambiciones, sueños, alegría, felicidad. Paseamos por la calle y miramos a los lados buscando unos ojos amables, unos ojos que correspondan y comprendan nuestro nuevo estado. Es en vano, porque el tiempo no se detiene, continúa con su correr plano e infinito, y tanto las buenas como las malas noticias, las inmensas alegrías y las peores tristezas, no son más que pequeños cerros artificiales y vaguadas poco profundas que el correr de los días, con su acción continuada, terminará erosionando, igualando y haciendo desaparecer. Nos paramos en una esquina, en un parque, cruzamos los brazos, agachamos la cabeza y pensamos. Parece que comprendemos, pero no. De repente volvemos a sentirnos henchidos, renovados, aplastantes, y una sonrisa efímera y falsa, hija de nuestra soberbia e impotencia, se dibuja en nuestro rostro. El sol cae, sentimos frío, y retornamos a nuestro paseo. Continuamos con nuestras cavilaciones, y de pronto nos tropezamos con una imagen bella que nos puebla el sentir de misterios y hace brillar a nuestros ojos pensativos: una mirada femenina bonita y cansada, una calle perdida, la ventana de luz naranja de una buhardilla, un banco de madera bien cuidado en medio de un bulevar, un silencio profundo del que sólo se descuelga el ulular del viento, el infinito diálogo de unos pájaros invisibles, un atardecer despejado, una cafetería que desde fuera se ve caliente y confortable. Las cosas pasan, todo queda. Y seguimos sin comprender".
El mundo no va a parar por "nadie", por suerte o por desgracia todas las personas son sustituibles, pero los momentos pasados con ellas NO.
ResponderEliminarMe encanta tu forma de pensar...
Pues me gustaría saber quién ese ser extravagante a quien le gusta cómo "pienso"...
ResponderEliminarConsideras "Extravagante" que a alguien le guste tu forma de plasmar la vida, a mí me parece muy acertada.
ResponderEliminarAlguien a quién le gusta como relatas la vida, que ha cometido demasiados errores,y sin duda, cada día comete más, que teme muchas situaciones, y se despeja leyendote, por que es como leer de cierta manera parte de mis pensamientos.
Sigue Adelante! Sin duda, se nota que te gusta.
Siempre lo digo: leemos no para informarnos ni para entretenernos ni para conocer a otros, sino para conocernos más a nosotros mismos. ¿Llegaremos algún día a conocernos por completo? Seguro que no, pero ahí está el intento. Tus palabras son combustible que me animan a seguir.
ResponderEliminarPara nosotros mismos somos unos "grandes desconocidos" es más fácil que otros nos describan...
ResponderEliminarDe verdad, me alegro que te animen mis comentarios, y aunque no lo hicera, recuérdalo por siempre, tienes que seguir adelante, por que esto te gusta y te satisface a ti. Precioso!